Yoga facial

¿Qué es el yoga facial?

Cuando hablamos de la importancia de hacer ejercicio siempre pensamos en reducir el abdomen, lucir unas piernas envidiables o tonificar los brazos. Es decir, jamás nos pasa por la mente la posibilidad de entrenar los músculos faciales. ¿Se puede ejercitar el rostro? Sí, el yoga facial lo hace posible.

El yoga facial es una disciplina que mezcla posturas y ejercicios enfocados en ejercitar el rostro para fortalecer los músculos de la cara y prevenir la flacidez de forma natural y sin mucho esfuerzo. Estos ejercicios contemplan la realización de expresiones y movimientos faciales sencillos para prevenir la aparición temprana de las arrugas y la pérdida de firmeza de la piel.

Así como podemos tonificar los músculos de las piernas y el abdomen, también podemos vigorizar los 46 músculos del rostro. Estos ejercicios pueden hacerse durante 15 minutos y es importante realizarlos frente a un espejo, ya que resulta importante supervisar la ejecución correcta de cada movimiento. ¿Por qué se llama yoga facial? Porque esta técnica requiere mantener la concentración enfocada en la respiración durante la realización de cada ejercicio, así como mantener relajado el cuerpo y la mente.

Yoga facial, beneficios para un rostro más joven

• Ejercita todos los músculos del rostro, la cabeza y el cuello.
• Combate la tensión muscular del rostro, muchas veces causadas por el bruxismo.
• Ayuda a reafirmar los rasgos de la cara.
• Retrasa la aparición de las arrugas y previene la flacidez prematura de la piel.
• Estimula el flujo sanguíneo en el rostro, lo cual permite que la piel luzca mucho más hidratada.
• Propicia la relajación de las expresiones faciales y suaviza los rasgos del rostro.
• Oxigena los tejidos de todas las capas de la piel.
• Mejora el estado de ánimo y la autoestima.
• Ayuda a prevenir la papada y le da firmeza a la piel del cuello.
• Estimula la producción de colágeno y elastina.
• La respiración consciente ayuda a equilibrar el funcionamiento del sistema nervioso central.

¿Quién puede practicar yoga facial?

El yoga facial puede ser practicado por cualquier persona que quiera mejorar el aspecto de su rostro, trabajar la musculatura facial y relajar la tensión que se acumula en ella. No existe ninguna limitación para realizar esta práctica más que estar dispuesto a ser constante para poder observar los resultados. Una clase de yoga dura tan son solo 15 minutos y te permitirá lucir mucho más joven y saludable, si estás interesada puedes buscar videos de esta disciplina y practicarla en casa. Eso sí, recuerda hacerlo frente a un espejo.

¿No puedes mover los músculos de la cara durante el yoga facial?

Muchas personas cuando se inician en la práctica del yoga facial se dan cuenta que tienen limitaciones para mover los músculos que se ejercitan en determinadas posturas: ¡esto es normal! Existen muchos músculos de la cara que jamás hemos intentado mover de manera consciente, lo importante es hacer el ejercicio, aunque el rostro no se mueva, pues a medida que se practican los movimientos los músculos se irán fortaleciendo y podrás moverlos correctamente.

¿Cuándo se comienzan a notar los resultados?

Las primeras mejoras del yoga facial empiezan a notarse después de un mes si se practica la disciplina al menos 5 veces a la semana. Sin embargo, los cambios que se pueden observar en el rostro son más sutiles que los que se observan en el cuerpo cuando se entrena el yoga tradicional. Por esta razón te recomendamos que fotografíes tu rostro todas las semanas para que vayas siguiendo paso a paso tu evolución y notes mejor los resultados.

Para obtener mejores resultados es recomendable hacer una rutina completa todos los días y no dejar de hacer ningún movimiento por más que el músculo no se mueva. Una vez que tu rostro se acostumbre tu cuerpo te pedirá hacer este tipo de ejercicio.

Muchas personas piensan que el hecho de mover el rostro, hacer muecas y ejercicios puede más bien favorecer la aparición de nuevas líneas de expresión. Esto no es cierto, pues el yoga facial trabaja la tonificación de los músculos del rostro, lo cual ayuda a prevenir la formación de surcos y arrugas.

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