Cómo llegó el Reiki a Occidente

La historia de cómo llegó el Reiki a Occidente

Mikao Usui tenía un fiel seguidor conocido con el nombre de Chujiro Hayashi, este discípulo comenzó en 1921 a impartir los descubrimientos del monje japonés, convirtiéndose en el primer maestro de Reiki. Chujiro construyó en Tokio la primera escuela de esta medicina oriental, donde comenzó a formar terapeutas para tratar toda clase de enfermedades en las únicas 10 camas disponibles. A medida que pasaba el tiempo este maestro comenzó a realizar algunos cambios en la teoría de Usui, sin cambiar los principios del Reiki.

En 1935 Chujiro estaba convencido de que se acercaba una terrible guerra que traería como consecuencia el fallecimiento de miles de individuos en los campos de batalla. En vista de ese presentimiento comenzó a instruir a muchas personas, sobre todo mujeres, para que pudieran ayudar a sanar heridas y lesiones a través de la práctica del Reiki.

Fue también en 935 cuando la adinerada joven Hawayo Takata, de padres japoneses, pero nacida en Hawái, es decir, estadounidense, visitó la modesta clínica de Chujiro. Esta dama, viuda y madre de dos hijos, presentaba un sinfín de dolencias y no había encontrado mayor beneficio en la medicina convencional. Justo antes de someterse a una delicada operación decidió optar por aquella terapia alternativa de la que le había hablado su médico de cabecera y fue así como llegó hasta el centro de Chujiro. Hawayo comenzó a recibir tratamiento con Reiki y al cabo de varios meses se encontraba totalmente sana, incluso del cáncer que le acechaba.

Durante el tiempo de sanación Chujiro enseñó a Hawayo Takata todos sus conocimientos y una vez curada la mujer regresó a Hawái y comenzó a tratar enfermos a través del Reiki. Antes de que Chujiro muriera le otorgó a Takata el poder de ser maestra de Reiki para enseñar este método a otros individuos y crear así cada vez más maestros que difundieran sus enseñanzas. En 1980 Hawayo Takata fundó la Asociación Americana de Reiki.