Meditación zen
Se trata de la meditación que se ejecuta en la tradicional posición de loto que se debe practicar sin tener ningún objetivo, sino que se…
Se trata de la meditación que se ejecuta en la tradicional posición de loto que se debe practicar sin tener ningún objetivo, sino que se trata de mantener la atención consciente que no está relacionada a un pensamiento, objeto o fenómeno. En esta meditación es importante pasar de todo, de pensar, de dejar de pensar, de sentir, de no sentir, es la meditación más racional que existe y mientras la persona se mantenga en dicho estado será efectiva.
Beneficios de la meditación zen
La meditación zen ofrece los mismos beneficios de todos los tipos de meditación, solo que su nivel es mucho más avanzado y la práctica resulta más compleja.
- La meditación zen ayuda a combatir de manera importante el estrés, permite que la persona se aísle de lo emocional durante al menos 20 minutos para llevar su cuerpo a un estado profundo de calma mental.
- Las personas que sufren de ansiedad encuentran gran alivio en este tipo de meditación, pues ayuda a calmar la respiración y, por lo tanto, las pulsaciones, ofreciendo a todo el cuerpo calma y bienestar, reduciendo la sensación de angustia y peligro.
- La meditación zen aleja a la persona de sus emociones, lo cual ofrece un estado de alegría al finalizar la práctica, es estar durante mucho tiempo sin pensar en nada que nos afecte.
- Esta meditación estimula la conciencia sobre uno mismo y activa las emociones y los pensamientos positivos en el cerebro, permitiendo que la persona asuma de mejor forma la vida y sus complicaciones.
Cómo hacer la meditación zen
- Con ropa cómoda y suelta ubícate en un lugar tranquilo, sin mucha ni poca luz, sin ruidos y libre de distracciones.
- Siéntate sobre una colchoneta o cojín en la postura de loto. Es importante que mantengas la espalda recta, respires por el diafragma, presiones la lengua sobre el paladar y lleves tus manos al vientre, con las palmas hacia abajo.
- Respira de manera fluida y rítmica. Cuenta 10 inhalaciones y 10 exhalaciones. Luego empieza de nuevo a respirar y vuelve a contar hasta 10. Ignora los pensamientos, pero no luches con ellos, déjalos ir a medida que va pasando el tiempo e incluso no puedas percibir que no estás pensando en nada.