Yoga aéreo: posturas

Para hacer yoga en el aire, o yoga aéreo, solo hay que tener ganas y confianza en nosotros mismos. Si bien esta disciplina es mucho más compleja que el yoga tradicional, cuenta con distintos niveles que permiten que poco a poco vayamos desarrollando la destreza necesaria para balancearnos como los más expertos.

Muchas personas que sienten interés en asistir a una clase de yoga aéreo se preguntan cómo son las posturas, qué tan difíciles son las acrobacias, qué técnicas de la gimnasia tiene este estilo y cuáles son las asanas del yoga que se introducen en su práctica. A esta última interrogante le damos respuesta en este artículo, así que conoce a continuación cuáles son las posturas de yoga aéreo.

Yoga aéreo, posturas para volar

El murciélago: es una de las posturas invertidas del yoga aéreo que más placer ofrece a los practicantes. Al realizarla, el alumno queda colgando del columpio con la cabeza hacia abajo y es sostenido por las piernas y los glúteos que están entrelazados en las sábanas. Esta posición permite que la persona entre en un estado de meditación instantáneo, se aumenta la producción de endorfinas y el riego sanguíneo fluye hacia el cerebro, propiciando una oxigenación superior.

El puente: es una de las tantas posturas que se hacen en el mat que ha sido trasladada al columpio. En lugar de tener las manos en el piso, la persona las apoya en el columpio, la pelvis se posiciona hacia arriba, la sábana sostiene únicamente la cadera y los glúteos, pues la intención es que el cuerpo quede totalmente arqueado hacia atrás para que las piernas cuelguen y las manos abracen los talones. ¿Beneficios?  Ayuda a fortalecer los músculos del abdomen al tiempo que se superan los miedos implica realizar esta posición de importante dificultad.

El guerrero: la asana tradicional del Hatha yoga se traslada al aire con los brazos abiertos para formar una línea recta mientras que sobre el columpio una de las piernas cuelga en el aire y la otra permanece sostenida en la tela.