Posturas de Sivananda yoga
El Sivananda yoga es una corriente del Hatha yoga, pero se diferencia de este estilo porque su enfoque principal se centra en la relajación y…
El Sivananda yoga es una corriente del Hatha yoga, pero se diferencia de este estilo porque su enfoque principal se centra en la relajación y la meditación, en lugar del esfuerzo físico. Por esta razón, el Sivananda yoga contempla una serie fija de 12 posturas que ofrecen grandes beneficios a todo el cuerpo y que podrás conocer a continuación.
Las 12 posturas del Sivananda yoga
- El paro sobre la cabeza: sugiere mantener el cuerpo en equilibrio utilizando los codos, los brazos y la cabeza. Se le conoce como “la reina de las asanas” y es la posición que muchos yoguis desean realizar a la perfección cuando se inician en la práctica del yoga. Estar parado sobre la cabeza supone muchos beneficios para la salud, porque permite que todo el riego sanguíneo llegue con mayor facilidad al cerebro.
- El paro sobre los hombros: permite que el flujo sanguíneo se dirija hacia la glándula tiroides, por esta razón es tan beneficiosa como el paro sobre la cabeza.
- Postura del arado: el cuerpo está totalmente flexionado hacia adelante para estirar toda la columna vertebral y mejorar lesiones en vértebras y discos. Esta postura también es ideal para quienes tienen los hombros caídos.
- Postura del pez: es la postura que mejor beneficia el sistema respiratorio, pues permite expandir los pulmones y hacer que el aire circule de mucho más fácil.
- Postura de la pinza: es una de las posturas del Sivananda yoga más conocidas y más importante, pues ayuda a corregir la mala postura, estimula el sistema nervioso y ayuda a la movilidad de las articulaciones.
- La cobra: también es muy conocida y permite drenar la tensión acumulada en la espalda al tiempo que se expanden las vías respiratorias.
- El saltamontes: ayuda a fortalecer los músculos de la piernas y glúteos.
- El arco: trabaja toda la espalda y expande los pulmones.
- Torsión de columna: permite movilizar todas las vértebras de cuerpo y alimenta el sistema nervioso simpático.
- Postura del cuervo: estimula el equilibrio físico y mental, desarrolla la calma y fortalece las muñecas.
- Manos a los pies: desarrolla la fuerza y la flexibilidad en las caderas y las piernas.
- El triángulo: estira todos los músculos del tronco y de la columna vertebral.