Sidasana – La postura perfecta
Una de las posturas o asanas más emblemáticas de la práctica del yoga es la sidasana o postura perfecta; su etimología tiene como origen el…
Una de las posturas o asanas más emblemáticas de la práctica del yoga es la sidasana o postura perfecta; su etimología tiene como origen el sánscrito; en la que la palabra siddha se traduce como perfecto y como ya es sabido; asana viene a ser postura o asiento.
Visualmente esta postura es muy similar a la clásica posición de loto y es una de las utilizadas en los ejercicios de respiración y meditación, su uso se ha popularizado y extendido hasta otras prácticas distintas al yoga y en las que emplea como posición de inicio o conclusión de muchas rutinas de ejercicios.
Cómo practicar sidasana
La práctica del sidasana debes realizar los siguiente pasos:
- Desde una posición sentada, el ejecutante flexiona una de sus piernas y presiona con firmeza el perineo con su talón,
- Al mismo tiempo, se presiona la planta del pie contra en muslo interno de la pierna contraria.
- Posteriormente; el tobillo contrario se apoya sobre su contraparte y presiona sobre el hueso del pubis, es decir sobre los genitales que quedarán sobre los dos talones.
- Al realizar lo anterior la flexión de las piernas debe ser cómoda y no generar dolor.
- La columna debe permanecer recta y para ello está permitido el uso del un cojín de meditación que ayude para este propósito.
Beneficios de sidasana
Como postura para meditación, sidasana es altamente recomendable ya que en ella, están alineados todos nuestros centros energéticos o chakras, permitiendo de esta forma que la energía vital circule libremente por todo nuestro cuerpo, la sesión promedio al practicar esta postura es de al menos cinco minutos.
Al ejecutarla, tenemos la posibilidad de recitar mantras que nos induzcan a una relajación profunda o liberarnos de bloqueos mentales; la flexión muchas veces se dificulta para quien no está acostumbrado a ejercitarse mediante este tipo de movimientos, pero con un poco de paciencia y constancia es posible lograr la posición correcta de esta asana.
En otro nivel, sidasana, nos ayuda en las prácticas que impliquen ejercicios de respiración; en ellos nuestro cuerpo absorbe oxígeno a plenitud, la caja toráxcica se expande libremente y también podemos exhalar conscientemente, controlando el ritmo del flujo del aire que sale nuestros pulmones.
Al adoptar la postura, mantenemos la columna recta pero sin estar tensos, y así reacondicionamos nuestra postura corporal, con ello se tonifican los músculos de esa zona, un resultado positivo de esta acción es la reducción y en algunos casos, desaparición de los dolores de espalda existentes.
La práctica constante de sadasana, contribuye a mantenernos flexibles; y su ejecución no se ve limitada a personas delgadas ya que aquellas que no lo son pueden realizarla con constancia e ir logrando paulatinamente esta sencilla pero poderosa asana.
Precauciones al practicar sidasana
Sidasana es, una de las posturas más benévolas con el practicante de yoga, sin embargo, como en toda actividad física, es conveniente tomar algunas previsiones antes de ponerla en práctica. Para ello, siempre es recomendable hacer una revisión médica periódica a fin de comprobar que nuestro cuerpo está apto para la práctica del yoga.
Otra de las previsiones que debemos tomar en cuenta es que, si sufrimos de alguna enfermedad que afecte la columna vertebral o nuestras articulaciones, debemos practicar esta postura con moderación, el mantener las piernas flexionadas por tiempos prolongados pueden ocasionarnos dolores o acentuar los que ya venimos padeciendo.
Finalmente, el sadasana o postura perfecta nos recuerda que alcanzar el equilibrio es posible aún desde el reposo.
