Clases de yoga en Barcelona
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Es una práctica tradicional de la India, que involucra desde un sistema de entrenamiento físico hasta prácticas espirituales y mentales. La palabra yoga proviene del sánscrito y significa “conectar” y “unir”. A pesar de su longevidad (siglo XVII A.C) el yoga no se ha mantenido incólume al paso del tiempo. Se han creado muchas variantes, algunas han evolucionado y se han “occidentalizado”. Pero es precisamente esta riqueza la que hace que las clases de yoga ofrezcan múltiples alternativas para elegir.
Hay muchos tipos de yoga, comenzando por aquellos que buscan una conexión con una energía superior. Pero los estilos más populares son los dedicados a lograr cambios físicos: mayor flexibilidad, resistencia o definición muscular. Algunos de los más comunes en las clases de yoga son Anusara, Hatha, Iyengar, Bikram, Ashtanga y Kundalini. Lo ideal es preguntar qué tipo de yoga imparten en la clase, para poder documentarse antes de comenzar.
Cuando se asiste con regularidad a las clases de yoga, rápidamente pueden verse algunos resultados, especialmente en la parte física:
Dependiendo del estilo que se ejecute, la clase puede variar. Pero hay algunas pautas que son muy comunes. En primer lugar, el instructor suele preguntar si hay practicantes nuevos. Esto con la finalidad de prestarles el apoyo necesario. Algunas clases de yoga comienzan con una meditación y en otras con ejercicios de respiración para activar la energía. Luego se pasa al trabajo físico, en el que se ejecutarán varias asanas que involucrarán mayor o menor nivel de flexibilidad. Es importante saber que está bien si no se puede ejecutar el movimiento de manera completa, el instructor brindará las indicaciones para que la postura sea lo más cómoda posible para el principiante. Las clases suelen terminar con unos minutos de meditación o relajación.
En una clase de yoga podrás ver todo tipo de personas: desde atletas hasta personas sedentarias, así como jóvenes y personas mayores. El yoga puede adaptarse a cada persona, siempre y cuando en los casos en los que haya condiciones físicas delicadas, exista la aprobación de un médico especializado. El instructor debe conocer el caso previo al inicio de la clase, para que pueda ajustar ciertas posturas a las necesidades físicas del practicante. Esto también aplica a las personas mayores de 50 años, que deben pedir orientación a su médico acerca de la conveniencia de tomar clases de yoga. En los casos en los que existan condiciones vinculadas a la salud mental o con disfunciones cerebrales no se recomienda el yoga, ya que será muy difícil llegar al nivel de atención y concentración que la práctica exige.
Las mujeres embarazadas pueden hacer yoga después del tercer mes de gestación siempre y cuando su médico lo autorice. De hecho existen clases de yoga para embarazadas.
En principio, lo único que se necesita es ropa cómoda y un mat de yoga. A medida que vayas avanzando en tus clases de yoga, te darás cuenta que tal vez requieras la ayuda de ciertos accesorios para lograr algunas posturas o para estar más cómodo, como por ejemplo bloques, cojines o cinturones de yoga. Todo dependerá de tus necesidades.
Esto varía según el lugar. Si la clase forma parte de la programación de un gimnasio, el costo dependerá de la membresía. Si la clase de yoga es en un centro especializado, la ubicación puede influir en el precio. En promedio, una clase de yoga puede costar entre 7 y 12 euros. Pero lo más común es pagar por un paquete de clases semanales o mensuales.